El cuenco, símbolo de lo femenino, lleva la dualidad en si mismo; en su área cóncava contiene, recibe, abraza, ofrece y como estructura convexa resguarda y protege como el domo, como el escudo.
Las piezas de esta colección, son realizadas mediante un proceso totalmente artesanal y sumamente laborioso. Se van cortando a mano, con segueta, una a una, todas las piezas. Se forjan con martillo, se perforan y se ensamblan con argollas que se sueldan o pernos que se funden uno a uno con soplete de flama muy fina. Las piezas con broches de caja, son trabajados totalmente a mano, con mucha precisión y cuidado.
El tiempo de elaboración, sus intrincados diseños, la paciencia, el oficio y la destreza manual que conlleva cada pieza de la colección cuencos, las hace únicas y valiosas.